lunes, 30 de julio de 2007

De alabanzas, trenes e interinos de por vida

En la vida el tren sólo pasa una vez. Es la frase que los segundos entrenadores, a la sombra de los grandes técnicos, se repiten incesantemente en la cabeza. Para dar el salto a las ligas mayores (económicamente y laboralmente) hay que saber escoger el momento, la forma, el lugar y sobre todo arriesgar. Todo o nada. Esto es lo que ha arriesgado Natxo Lezkano.

Vaya por delante mi admiración por Natxo Lezkano que en los momentos difíciles ha sabido estar ahí, sacar a su equipo adelante y realizar su trabajo de una manera excelente en la sombra. Dicho esto he de apuntar también que en la vida laboral existe un momento en el que un trabajador válido tiene la necesidad de hacerse valer en la empresa. Las dos vías para esa reivindicación son la económica o la jerárquica.

Allá por Febrero de este año Natxo Lezkano encontró lo que él creyó su tren. Los problemas cardiacos de Perasovic hicieron que el portugalujo se colocara al frente de un equipo que necesitaba aire fresco. La química con el croata se agotó y el segundo entrenador, el poli bueno, aunando lo mejor de Ivanovic y Martínez con unas pinceladas de su cosecha hizo el mejor basket de la temporada baskonista. Mérito de Lezkano y mérito también de los jugadores que en aquel momento apoyaron al portugalujo sin condiciones.

El escaparate fue amplio y notorio. La victoria en el Nokia Arena dio relumbrón al entrenador interino que me da a mí que soñó con dirigir al equipo en la gran cita ateniense. En este punto el entorno hizo más daño que bien. Los medios y los aficionaros alabaron hasta la saciedad el trabajo del portugalujo en un anhelo mitad cercano mitad utópico. La cercanía de los años al pie del cañón y la utopía de un entrenador de la casa alentaron a todos a opinar y escribir en favor de Lezkano que quizá se dejó llevar por el pitido del tren.

‘Estoy convencido que Natxo será entrenador de Tau Cerámica algún día’. Son palabras del presidente de Saski Baskonia el día de la Presentación de Boza Maljkovic. Natxo se mostró públicamente tranquilo y confiado con al decisión del club y aparcó su continuidad al final de la temporada. En aquel momento la locomotora del tren le podía llevar casi a cualquier parte. Y billetes aparecieron.

Es el momento de la reivindicación. Soy válido. Hay que arriesgar. El salto está próximo. Estoy bien de segundo pero puedo ser primero aquí o en otro lado. La afición está conmigo. Todo el mundo opina que debieron darme la oportunidad.

¿Dónde va este, cuánto pide? Qué se vaya a otro equipo si tiene la oportunidad. En diez partidos uno no se hace entrenador del Baskonia. Si no está a gusto que se vaya. Ofrécele lo mismo.

De Marzo a Julio hay mucho tiempo. Todo se enfría y más en una ciudad donde hace una semana que ha empezado el verano y dónde la memoria es de elefante (cuando se requiere claro).

2 comentarios:

Rubén dijo...

Lo que me extraña es que se haya esperado hasta finales de julio para que de forma definitiva se cierren las negociaciones sin acuerdo.

¿Tendrá Natxo acomodo en algun equipo ACB/LEB a estas alturas del verano? Está claro que como primer entrenador no, de segundo no lo se.

Quizas sea el momento que todo entrenador joven para aprender, y seguir ampliando su curriculum con viajes a Estados Unidos, campus y cursos por Europa, o dejarse ver en la trastienda del Eurobasket.

Puede que durante esos meses ese movimiento le sirva para ponerse en el mercado de invierno de cara a destituciones, ceses...de la próxima temporada.

Está claro que el nuevo Baskonia practicamente nace de cero. Solo Splitter y Vidal seguiran de la era Dusko, veremos que sucede con Prigioni.

Bob Pipirolo dijo...

Me da a veces que estos parecen los soprano