martes, 5 de mayo de 2009

Criticón

Soy crítico. Mejor dicho somos críticos. Así somos los baskonistas. que si este entrenador no entrena, que si este no dirige partidos, que si tal jugador no vale… Así hemos pasado muchos buenos y malos momentos durante estos últimos 10 años hablando de nuestro Baskonia. Y no pienso parar de hacerlo aun después de la ver una F4 espectacular desde Berlín. Después de observar los partidos creo que el Baskonia no está tan cerca como pensaba del cetro europeo pero me resisto a pensar en una utopía.

Seamos sinceros todos hemos hablado alguna vez. En algunas ocasiones he estado de acuerdo y en otras no pero reconozcamos que han sido corrientes críticas importantes las que afirmaban que:

-. Pablo Laso era muy pequeño y físcamente incapaz

-. Herb Brown era un excéntrico

-. Marcelo Nicola era un sangre de horchata

-. Elmer Bennett estaba viejo

-. El Chapu Nocioni era más bruto que otra cosa

-. Velimir Perasovic se borraba de las finales

-. Calderón era un escolta

-. Luis Scola no respondía en los partidos importantes

-. Tiago Splitter es limitado y ha tardado mucho en explotar

-. Drew Nicholas no sirve.

-. Teletovic tampoco

-. Vidal es un mediocre

-. Prigioni le pierde el carácter

-. Scariolo no sabe fichar y acaba mordiendo la mano que le da de comer

-. Dusko Ivanovic no sabe dirigir un partido de baloncesto apretado y no es capaz de variar planteamientos

-. El Baskonia no sabe ganar un quinto partido y ha sido un fracaso no ir a F4 por perdercon Barça y Olimpiacos.

Y podría seguir y seguir…  Así somos criticones. Somos un grande y la afición y los medios critican con tal. Otra cosa es que al club, en ciertos momentos, le convenga ser el eterno hermano pequeño europeo cuyos méritos, por ser pequeño, son más meritorios que el del resto de los hermanos. Hay veces que sí y otras que no. En este caso, en el de la F4 2009 de Berlín, el hermano pequeño ha sido pequeño. No pudo con Olimpiacos y tampoco con el Barça que curiosamente han sido eliminados en semifinales. Podemos entrar en por qué el Baskonia no pudo con ellos pero eso igual es mejor tratarlo al final de la temporada. Así que este año Montespaschi y Baskonia no han podido con la oligarquía económica. Es más, creo que cualquiera de ellos hubiera caído de forma estrepitosa, otra cara de tontos, en Berlín.

Pero al lío, vamos a hablar de la final. A un partido. Las dos mejores plantillas. Los dos mejores entrenadores. Un tiempo para cada uno. Yo critico. Messina el más refutado entrenador europeo por juventud, trayectoria y carisma. Encara el partido con Lorbek de titular. ¿Alguien pensaba que el esloveno iba a parar a las “bestias” Pekovic y Batiste? ¿Era Lorbek el encargado de parar a Fotsis que terminó con 13 puntos y 8 rebotes? En cualquiera de los dos casos salió perdiendo el CSKA.  Lorbek jugó 15 minutos y perpetró una F4 desastrosa.

Messina no cambió ni una sola de las premisas con las que llegó al final: juego lento, posesiones largas, un pase más y una defensa agobiante en la pintura. Confió en lo que su equipo había venido haciendo. Ettore se encontró con un 12-27 en el segundo cuarto. ¿qué hizo? Se quedó en blanco. Sentado en el banquillo con la mano en la barbilla. Dejó el equipo en manos de los uno para unos de Holden y…¡Puso una zona!- cambió sus preceptos- Ahí los griegos enchufaron con saña. Morris y Planinic, dos baratijas, en en banco. Vaya, en de se atoró y le “picaron” 23 puntos en el tercer cuarto. Eso sí, saca por fin a Planinic y decide morir con sus señas de identidad. Consigue en el descanso motivar a los suyos y recibe del banquillo rival un regalo para la remontada. Además es consecuente con las armas que le han llevado a la remontada y decide jugarse un triple al final

Zeljko no se va de rositas tampoco de esta final. Sale con Peperoglu y Nicholas (muy importantes los gregarios en estas finales), deja a Diamantidis y a Jasikevicious en el banco porque no se fía de lo que le pueda plantear Messina, que no plantea nada nuevo desde la semifinal. Domina el juego interior y espera a ver que hace Messina que pone una zona desesperadamente, blanco por lo la que le podía caer. La rotación era fácil: Fotsis, Nicholas, Diamantidis, Jasikevicious, Spanoulis, Batiste y Tsartsaris. Todos con mano para meter triples y ahí le dieron. Chapeau por la gestión del banquillo por parte de Obradovic.

Sin embargo, el que lleva siete entorchados de la Euroliga, se le apagó la luz en el tercer y último cuarto. Enfrascado en protestas,  no pudo en ningún momento hacerse con las riendas de un partido que lideraba por 23.  ¿Cómo se te pueden ir 22 puntos en 15 minutos sin apretar a los tuyos? Otro que se quedó en blanco. La imagen del miedo al fracaso estuvo en el último tiempo muerto. El cuerpo técnico reunido y Obradovic callado mientras su ayudantes hablaban de si hacía falta y a la prórroga o defendían a un equipo enchufado en el tiro. Zeljko estaba ausente, pensativo. Tocó la bocina del final del tiempo muerto y se fue a hablar con unos jugadores algo desorientados por al renta perdida y por lo extraño del tiempo muerto. Decidió defender y acertó.

Al final los dos acertaron, pero no son infalibles. Ni los jugadores caros tampoco. Es por ello por lo que una Euroliga no es utópica para el Baskonia. Eso sí siempre y cuando ganase el primer partido que sinceramente ahora no lo haría el Tau. Al Barça los de Messina le aplicaron el mismo cuento que alñ equipo de Spahija el año pasado. Al Olimpiacos le vencieron por un gran movimiento de banco. En ese primer partido si que fueron Messina y Obradovic los “sabios” que son. Quizá también porque ganaron