La flor de Spahija se cansa

Neven Spahija tiene un flor en el culo. No  le  quiero   quitar   méritos   (que los tiene)   ni acumular sobre su persona más deméritos de los que ya ostenta pero este año al croata le están poniendo un puente de plata hasta las finales. Luego allí, ya se cae con todo el equipo. El hecho de que Unicaja haya arrojado a la cuneta al Real Madrid deja el factor cancha y la mitad del puente hacia la final construido. Muchos centímetros más de pasaje que si el que hubiera pasado fuera el Real Madrid. Sin embargo, tiene un serio problema: sólo tiene un base, no es capaz de reaccionar a tiempo en un partido y veremos si le salva el factor cancha.

Cada día Neven me recuerda más a Dusko. No me estoy volviendo loco no. El croata y el montenegrino cada vez hacen más cosas parecidas en juego. Ambos manejan como nadie un partido a favor. Los dos son capaces de hacerte una herida muy profunda si el choque discurre por los caminos que previamente han marcado. La rotación es certera y permite descansar y repartir aciertos y minutos. Por lo visto, y a pesar de utilizar métodos diametralmente opuestos, ambos entrenadores acaban con sus equipos muy cansados para el playoff. Neven y Dusko coinciden en otra cosa también: minimizan, desconsideran y desestiman al rival. Siempre que el contrincante es algo inferior, diseñan su partido sin tener en cuenta al rival. Resulta muy difícil escucharles unas declaraciones tácticas (tipo clinic) en la previa de un partido y muy fácil oírles decir: sabemos como hacerlo, depende de nosotros. No suelen situarse en el lugar del rival para intuir las trampas a las que pueden verse sometidos y sobre las que luego podrían reaccionar. Esta es una forma de preparar los partidos muy efectiva quizá para equipos grandes y regulares que deja de serlo en cuanto tu equipo muestra un rasgo de debilidad. Es cuando al rival le sale lo que tiene preparado para vencerte. Al segundo partido el baskonia acudió con dos rasgos de debilidad que Neven no contempló o no supo minimizar. El cansancio (el Baskonia lleva más partidos y más intensos que el Pamesa) y la presencia, por lesión, de un sólo base.

Katsikaris quiso apostar por machacar estas dos vías de agua baskonistas y esperar su momento en el tercer cuarto para bombardear desde el perímetro. Fotis afirmó tras acabar el primer partido de playoff que no tenía jugadores musculosos en el puesto de base para dar un castigo físico durante todo el partido al único base del Baskonia. Sin duda, y él lo sabía, la opción taronja pasaba por desarticular a Prigioni pero ni siquiera lo intentó en el primer partido (para mi una decepción) Sin embargo me gustó cómo lo intentó en el segundo partido. Depositó las opciones del playoff a una táctica que le salió a las mil maravillas: si no puedo parar a Prigioni que se canse. Como no le puedo parar, mis bases no pueden hacerlo y si se empeñan en ello se cansan y no me valen para el final del partido, haremos que no descanse. ¿Cómo? Que le resulte imposible sentarse en el banquillo. ¿Cómo?Con un dos para uno a cualquiera que haga de base en el Baskonia. Con ello pilló a Neven y los suyos con los pantalones bajados. Ni Rako ni Vidal eran capaces de solucionar un ataque estático durante casi dos minutos de partido. Mientras desde el banquillo se veía, sin mostrar una solución, como una y otra vez el rival recuperaba balones para igualar un partido en el que se llevaba el control del mismo. ¿Que le pasó al banquillo? ¿Por qué no reaccionó? ¿Un tiempo muerto? ¿Un cambio? ¿que no fuera Prigioni el que subiera la bola todas las veces? Sinceramente aquí estuvo sobrepasado,lento y muy mal Spahija.

Y puesto que Pablo llevaba 36 minutos del primer partido y no podía estar en el banquillo el cansancio se apoderó de el. Momento que aprovechó Williams para entrar hasta la cocina, hacerse un par de sandwiches, unos macarrones con tomate y una zarzuela de marisco. Mientras tanto en el pasillo nadie era capaz de atar al rasta Douglas que enchufaba triples para que su equipo anotara ¡32 puntos en el tercer cuarto!. Y en vez de parar, Jugar listos, hacer hincapié en la defensa y realizar jugadas y sistemas (más fáciles para correr lo justo en la cancha)el Baskonia se metió en una lucha cuerpo a cuerpo propia de los los estrategas mediocres. Correr (para cansarnos más), no defender (portando el pendón de yo meto más que tú) y abusando de las acciones individuales (que cansan mucho más) Pamesa iba por fuera y Baskonia por dentro. Tiago Splitter lleva una soba de 32+35 minutos rompiéndose la cara contra los interiores valencianos que cada vez contaban con más ayudas. Rakocevic en ocasiones cree que es Kobe Bryant. Otra vez el equipo metido en batallas puntuales que restan fuerzas para la guerra.

Y a todo esto, si no se anotaba ¿que hacía el mejor anotador en el banquillo? Tenía cuatro faltas. ¡Pero si no se defendía un pimiento! En descargo de Neven (al que creo que se le olvidan los jugadores en el banquillo) Pete se fue diluyendo incompresiblemete porque no hay nadie en el Pamesa que le pueda parar. ¿A que se debió?

¿Y Singleton? ¡Qué vergüenza de faltas y de actuación! ¿No era el mejor cuatro de Europa? Este chico, que nos encandiló en un principio, no ha engañado como a chinos. Cada vez me gusta más Jasaitis y su trabajo sordo. De ese trabajo debían aprender McDonald y el propio Singleton.

El tercer partido es un cara o cruz pero el factor cancha favorece mucho al Baskonia. Es muy difícil que Pamesa pueda repetir lo mismo en el Buesa, más que todo, porque los bases de postín lo harán mucho mejor dado que lo ensayarán. Salvado este escollo, aprendiendo de las derrotas y con el factor cancha en las semis Spahija llevará su flor hasta la final. Eso espero. Si no es así habrá que tener esto en cuenta para el año que viene.